A translation of this blog into English is available below!
Cientos de postulaciones, cien chicas, un campamento, una semana, y un cambio. Así podría comenzar a describir WiSci México, un campamento de verano STEAM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Artes y Matemáticas, por sus siglas en inglés), donde se reunieron chicas de México, Estados Unidos, Guatemala, Honduras y El Salvador. ¿Puedes dimensionar ya el impacto que este campamento tendrá en nuestras comunidades?
Mientras iba de camino a mi casa entré a Instagram a perder un poco mi tiempo, cuando de repente veo una publicación que decía «Campamento STEAM para niñas. Convocatoria para jóvenes de Honduras, Guatemala y El Salvador». En ese momento decidí que tenía que estar ahí. Así es como empieza mi historia en esta aventura. Mi nombre es Luisa, tengo 17 años y soy orgullosamente guatemalteca.
Me postulé para WiSci México el mismo día que vi la convocatoria. Lo única que quedaba por hacer era esperar una respuesta. Cada día por más de un mes revisaba mi correo electrónico para revisar si tenía alguna actualización. Fue hasta finales de mayo que recibí un correo. Lo abrí nerviosamente, poco a poco fui leyendo el contenido y grité de la emoción. ¡Había sido seleccionada para asistir al campamento!
El reloj corría sus manecillas y el campamento se acercaba más y más. Iba a vivir muchas experiencias nuevas, desde viajar al extranjero sin mi familia, hasta compartir habitación con alguien totalmente desconocida para mí. Lo que me daba tranquilidad es que sabía que iba a estar en un lugar seguro. Desde el primer momento en el que estuve en contacto con las campistas y el staff me sentí querida y valorada. Con algunas chicas decidimos leer un libro en conjunto sobre mujeres en STEAM, e incluso vimos una película juntas.
El día del viaje había llegado y mis emociones y pensamientos no estaban tranquilos. Todo sonaba como un campamento de película… Cuartos compartidos, un equipo al que iba a pertenecer que le íbamos a llamar casa. ¿Me llevaré bien con las chicas de mi casa? ¿Cómo será mi roomie? ¿Qué aprenderé? Además, había un detalle que me tenía nerviosa, ¡iba a ser embajadora del evento! Que nervios no poder hacerlo bien…
Luego de un viaje cansado llegamos a la Ciudad de México, donde nos estaba esperando cálidamente el staff en el aeropuerto. Nos recibieron tan alegremente que me sentía desde ya en casa. Recuerdo entrar al salón e, impresionarme por todas las personas que estaban ahí. No podía creer que tantas chicas maravillosas estaban reunidas en un solo lugar.
Hablar de WiSci daría para una película, o incluso para más. Fue una semana intensa, llena de aprendizaje y diversión. Conforme pasaban los días iba conociendo personas nuevas y me dí cuenta de que el mundo está lleno de chicas con aspiraciones, ideas, y pasión por cambiar su realidad. El hablar con chicas de diversas comunidades tan diferentes a la mía me hizo abrir los ojos. ¡Cuántas ideas hay por llevar a cabo! Desde hablar todos los días con mi roomie Mei, quien me enseñó a ver la inclusión en STEAM desde otros ojos, hasta reconocer la importancia de validar las ideas de todas las personas. Siempre pensaba que la inclusión en áreas STEAM se basaba en aumentar la participación de la mujer, pero no es así. También hay que pensar en todas las personas neurodivergentes que cuentan con pocos espacios para desarrollarse en estos ámbitos. La inclusión debe abarcar desde género hasta capacidades.
Google México, Infinite Computer Solutions, y Amazon Web Services nos enseñaron temas que nos dieron otro punto de vista al momento de solucionar problemas. También aprendimos cómo funciona la inteligencia artificial, o la importancia del Design Thinking.
Conforme pasaban los días iba conociendo personas nuevas y me dí cuenta de que el mundo está lleno de chicas con aspiraciones, ideas, y pasión por cambiar su realidad.
Mi parte favorita del campamento fue las noches culturales. Conocer nuevas palabras, bailes, e incluso acentos me pareció increíble. Me encantó hacer amistades con chicas tan brillantes y de distintas partes, además de que sentía que las conocía de toda mi vida. El hecho de compartir con mujeres extraordinarias, escuchar las historias de cada campista, y recibir talleres que fueron diseñados para nosotras fue una experiencia inolvidable.
Solo me queda agradecerle a WiSci México, porque estoy segura de que marcó un antes y después en nuestras vidas y que de esta semilla saldrán frutos que cambiarán al mundo.
The STEAM Quest
Hundreds of applications, a hundred girls, one camp, seven days, and a change. That’s how I’d describe WiSci Mexico, a STEAM (Science, Technology, Engineering, Arts, and Mathematics) summer camp that gathered girls from Mexico, the U.S., Guatemala, Honduras, and El Salvador. Can you imagine the impact this camp will have on our communities?
But how did it start? I was scrolling through my Instagram on my way home when I stumbled upon a post that said, “STEAM Camp for girls. A call for youth from Honduras, Guatemala, and El Salvador.” At that moment, I decided I had to be there, and that’s how my adventure began. My name is Luisa; I’m 17 years old and proudly Guatemalan.
I applied for WiSci Mexico the same day I saw the call for applications. The only thing left to do was wait for the answer. For more than a month, I checked my email every day to see if there were any updates. It wasn’t until the end of May that I received an answer. I opened the email—I was so nervous!—and carefully read the content. After that, I screamed at the top of my lungs. I had been selected to attend the camp!
The clock kept ticking, and the camp was closer each day. I was about to have so many new experiences, from traveling abroad without my family to sharing a room with a stranger; nevertheless, what reassured me the most was that I’d be in a safe environment. I felt loved and valued from the first time I was in contact with the campers and staff. I decided to read a book about women in STEAM with other campers, and we even watched a film together online.
The day finally arrived, and my emotions and thoughts were not at ease. Everything sounded like a movie: a camp, shared rooms, a team… I’d belong to a group that I should call “house.” Would I get along with the girls in my house? What’d my roommate be like? What would I learn? Besides, one more detail made me so nervous: I was going to be an ambassador for the event! What if I didn’t do it well?
After an exhausting journey, we arrived in Mexico City, where the staff was waiting warmly for us at the airport. We were greeted so nicely that I felt at home right away. When I entered the room, I was impressed by all the people there. I couldn’t believe it. So many wonderful girls gathered, all in one place.
Honestly, my story at WiSci would be enough for a movie. It was an intense week filled with learning and fun. As the days passed, I met new people and realized that the world is full of girls with aspirations, ideas, and passion to change their realities. Talking to girls from various communities, so different from mine, was eye-opening. There are so many ideas to implement! My roomie Mei taught me to see inclusion in STEAM from a new perspective and to recognize how important it can be to validate everyone’s thoughts. I always thought that inclusion in STEAM was all about increasing women’s participation, but that’s not it. We must also think about the neurodivergent people, who have very few opportunities to participate in these areas. Inclusion should range from gender to capabilities.
Google Mexico, Infinite Computer Solutions, and Amazon Web Services taught us to see problem resolution with other eyes. We also learned how artificial intelligence works and the importance of Design Thinking.
As the days passed, I met new people and realized that the world is full of girls with aspirations, ideas, and passion to change their realities.
My favorite part was the cultural nights. Learning new words, dances, and even accents, was terrific. I loved making friends with such brilliant girls from around the region. I felt like I had known them all my life. Sharing time and knowledge with such extraordinary women, hearing the campers’ stories, and participating in workshops specifically designed for us was an unforgettable experience.
Finally, I can only thank WiSci Mexico because I’m sure that this experience marked a before and after in our lives, and from now on, this seed will bear fruit and change the world.