Chica arriba

Introducción

¿Quién dirige el mundo?

Las niñas y las mujeres no. Las niñas y las mujeres son la mayoría de la población mundial, pero son las que menos derechos tienen, y la realidad es cruda. No hay ningún lugar en el mundo donde las niñas y las mujeres experimenten una equidad e igualdad totales. Girl Up proporciona a las niñas la formación, las herramientas y la comunidad para construir su liderazgo y acelerar el cambio social que nos beneficia a todos.

1. 202

   Las mujeres tardarán 202 años en alcanzar la paridad económica

2. 6 años

   A esta edad, las niñas estadounidenses no se creen tan inteligentes como los niños

3. 1 de cada 5

   El 50% de los estudiantes de STEM son mujeres, pero sólo 1 de cada 5 mujeres ocupa un puesto de trabajo en los campos de STEM

4. 2.24

   Por cada personaje femenino en el cine y la televisión, hay 2,24 hombres

5. 6

   Sólo 6 países conceden a las mujeres los mismos derechos laborales que a los hombres

¿por qué las chicas?

El poder de transformar

Independientemente de su origen, las niñas tienen el poder de transformarse a sí mismas, a sus comunidades y al mundo que las rodea. Girl Up es una iniciativa de desarrollo de liderazgo centrada en los jóvenes, que se centra en la equidad para las niñas y las mujeres en espacios donde no se las escucha o están subrepresentadas. Creemos que cuando las niñas y las mujeres ocupan puestos de influencia, trabajan para crear un mundo más justo y equitativo para todos. Girl Up ofrece a las jóvenes promotoras del cambio los recursos y la plataforma para iniciar un movimiento de cambio social allí donde se encuentren.

Las niñas son poderosas. Las niñas tienen un potencial ilimitado. Las niñas pueden cambiar el mundo. Y, sin embargo, en algunos lugares del mundo, las niñas siguen sin tener acceso a las oportunidades. El mundo necesita ahora nuevas soluciones y un nuevo liderazgo. Girl Up está preparando a las niñas de hoy para que lideren el camino hacia un mañana mejor.

Justicia de género: Un movimiento, no un momento

Lograr la justicia de género a nivel mundial no será una tarea fácil, pero merece la pena, porque invertir en una niña significa invertir en su familia, en su comunidad y en nuestro mundo.